Mucho antes de que los hombres camináramos sobre la tierra, la pizarra ya se había formado en el planeta. Esta roca metamórfica está presente en nuestro entorno desde hace más de 500 millones de años y, desde que el ser humano comenzara a adquirir destreza en la construcción de su propio cobijo, siempre le ha acompañado y se ha demostrado como un elemento sin igual para cubiertas.
En Petrabor extraemos la pizarra de los mejores yacimientos, con todo el cuidado necesario para no alterar sus propiedades. Su flexibilidad, textura y perfecto acabado le confiere un gran valor para cubrir todo tipo de superficies.
Además, al igual que el mármol o el granito, la pizarra es una piedra natural de extraordinaria resistencia y durabilidad. La piedra tiene su propia “memoria”, su experiencia particular adquirida tras años de lucha contra las inclemencias y rigores del clima y la caprichosa geología. En Petrabor nos servimos de esa memoria y de nuestra larga experiencia para ofrecerle los mejores materiales con las técnicas más adecuadas para cada trabajo.
La pizarra es una roca densa, de grano fino, formada a partir de rocas sedimentarias arcillosas. La principal característica de la pizarra es su división en finas láminas o capas.
Suele ser de color negro azulado o negro grisáceo, pero existen variedades rojas, verdes y otros tonos.
Debido a su impermeabilidad, la pizarra se utiliza en la construcción de tejados, como piedra de pavimentación e incluso para fabricación de elementos decorativos.